Puerta del Cielo

Wednesday, September 07, 2005

Natividad


Ya habéis adivinado, si no me equivoco, quién es este acueducto que, recibiendo la plenitud de la fuente que brota del corazón del Padre, nos distribuye en seguida lo que podemos recibir. Sabéis, en efecto, a quién se dirigían estas palabras: «Salve, llena de gracia.» ¿Pero no es sorprendente que se haya podido hacer un acueducto así, cuyo extremo deba no sólo alcanzar el cielo como la escala que vio el profeta Jacob, sino penetrar hasta llegar a la fuente de aguas vivas que brota de lo más alto de los cielos? Salomón mismo se asombraba y preguntaba como en último extremo: «¿Quién encontrará a la mujer fuerte?». Y si la gracia quedó tan largo tiempo sin llegar al género humano, es que no había aún, para traerla, este acueducto deseable de que hablamos. Pero no os asombréis que se la haya esperado tan largo tiempo; recordad cuántos años, Noé, este hombre justo, tardó en construir el arca que debía servir sólo para salvar un pequeño número de almas, ocho solamente, y por muy poco tiempo.Pero ¿cómo nuestro acueducto puede alcanzar una fuente que brota tan alto? ¿No puede hacerlo sólo por el ardor del deseo, el fervor de la devoción y la pureza de la oración? Porque está escrito: «La oración del justo penetra en los cielos» . ¿Y quién es justo, sino María? ¿De quién ha nacido para nosotros el Sol de justicia? ¿0 cómo ha podido alcanzar esta inaccesible majestad, sino llamando, pidiendo y buscando?. Fínalmente, Ella ha encontrado lo que buscaba, ya que le fue dicho: «Has hallado gracia delante de Dios». María es llena de gracia, y ha encontrado un aumento de gracia. Ella ha encontrado la gracia que buscaba, pues una plenitud personal no le basta, y no puede contentarse con gozar sola de su bien, sino que, siguiendo lo que está escrito: « El que me beba tendrá todavía sed», Ella ha pedido una sobreabundancia de gracia para la salvación del mundo entero.

San Bernardo

0 Comments:

Post a Comment

<< Home